miércoles, 22 de abril de 2009

A LA HERMOSURA (Mercedes Marín del Solar, 1804-1866)

¿Qué eres, dulce hermosura, ante los ojos
del mortal que seduces con tu encanto?
Objeto destinado a verter llanto,
juguete de sus pérfidos antojos.

Raro será el que rinda por despojos
a la pura beldad un amor santo;
el hombre engaña, ríe, y entre tanto
siembra bajo su planta mis abrojos.

Tal es tu vida. La mujer hermosa
cual delicada flor, busqué abrigo
de la excelsa virtud, y cautelosa

el prudente temor lleve consigo
y guarde el amor la pura rosa
al esposo feliz, al digno amigo.